PACHINKO
Min Jin Lee
Año de publicación: 2017
Páginas: 544
Etiquetas: Ficción histórica / Saga familiar / Drama
A través de esta novela seguimos la vida de Sunja desde su nacimiento en Corea hasta su edad adulta en Japón. A lo largo de todos esos años, acompañamos a Sunja cuando se enamoró, se casó, emigró a un país donde no querían (y se los hacían notar) a los coreanos, tuvo a sus hijos, trabajó en lo que pudo, padeció los estragos de la guerra, sintió el dolor en carne propia.
Una historia que habla de los lazos familiares que pueden ser indestructibles; de la resiliencia frente a la pobreza, la discriminación por ser extranjero, la invisibilidad de las mujeres; de la dignidad y la honradez; de la invasión de Japón a Corea y sus consecuencias horribles (nada puede salir bien de una guerra); del peso de la identidad.
Hay muchas cosas que desconozco de este pueblo y de la cultura asiática en general. Este libro me ayudó a abrir un poco más los ojos, a entender más a los inmigrantes, sean del país que sean, no me imagino lo difícil que debe ser dejar todo para irse a un lugar donde todos te recuerdan que no sos bienvenido.
Podría estar hablando horas de este libro y de los temas que trata, porque me encantó y me pareció una hermosura, pero mejor no. Solamente voy a decir que si tenés la posibilidad de leerlo, hacelo. Leí muchos comentarios y reseñas y una gran parte dice que el final es precipitado, que no termina de cerrar y cosas así. Para mí es perfecto, sentí que Sunja pudo hacer un cierre y terminar de hacer su duelo.
Apple TV hizo la adaptación a serie, acá te dejo el trailer para que chusmees.
Y, como siempre, te dejo algo de lo que me llamó la atención:
"Sunja, corazón, la vida de una mujer es trabajar y sufrir. Es mejor que te pille prevenida, ¿sabes? Ya casi eres una mujer, así que alguien debería decirte esto: el hombre con el que te cases determinará tu calidad de vida. Un buen hombre te dará una vida decente, pero junto a un hombre malo vivirás un infierno... Sea como sea, espera siempre sufrir, y sigue trabajando duro. Nadie se preocupa de las pobres mujeres... solo nosotras mismas".
"Después de apenas dos meses se habían vuelto amigas íntimas, un regalo fortuito para dos mujeres que no habían esperado ni pedido demasiada felicidad".
"Totoyama se inclinó cuando se marcharon y se quedó en el umbral hasta que giraron la esquina y ya no pudieron verla; entonces cerró la puerta con pestillo a su espalda. Aquel mes habría dinero para el alquiler y la comida. La mujer se sentó al otro lado de la puerta y lloró aliviada".
¿Ya lo leíste? Contame qué te pareció 💓📚
No hay comentarios:
Publicar un comentario