SHIRLEY

Charlotte Brönte

Editorial: Alba (2018)

Año de publicación: 1849

Páginas: 752

Etiquetas: Novela / Clásico

Ambientada durante las guerras napoleónicas y los efectos económicos que éstas trajeron aparejados, la vida de Robert Moore se divide entre su fábrica textil y los problemas con sus obreros por temor a la revolución industrial y el amor entre dos mujeres: su prima Caroline y la dueña de sus tierras, Shirley.

Caroline y Shirley son muy diferentes entre sí: una más soñadora, dócil y sumisa; la otra más pragmática, rebelde y autoritaria. Sin embargo, esa diferencia no les impide ser amigas y confidentes. Sus diálogos son muy profundos: debaten sobre el amor, el matrimonio, la soltería, la fe.

La pluma de la autora es refinada, sus descripciones de paisajes y personajes son magníficas, pero, a mi gusto, muy extensas. Dedica páginas enteras para hablar de gente que después no aparece más o que no son relevantes a la historia. Eso hizo que me aburriera un poco, aunque en líneas generales la historia me gustó.

Fue una lectura conjunta con las chicas de #elclubdelaslibrópatas y, como siempre, es un placer leer con ellas porque aprendo mucho. Dice Mariu que es la que sabe del tema, que Charlotte se inspiró en su hermana Emily para el personaje de Shirley y que hay varios guiños autorreferenciales. Habrá que seguir investigando.

Como siempre, te dejo algunos subrayados:

"La miseria genera odio; aquellos que sufrían odiaban las máquinas que, según creían, les habían arrebatado el pan; odiaban los edificios que contenían esas máquinas; odiaban a los industriales a los que pertenecían esos edificios".

"Seguramente seré una solterona. Viviré para ver a Robert casado con otra, alguna dama rica: yo nunca me casaré. ¿Para qué he sido creada, me pregunto? ¿Cuál es mi lugar en el mundo? 

"Lo cierto es que sufría de un modo espantoso: hacía unos minutos su hambriento corazón había probado unas migajas de alimento que, dado con generosidad, habría devuelto la abundancia de vida donde la vida faltaba; pero el copioso festín le era arrebatado para serle servido a otra, y ella no era mpas que una mera espectadora del banquete".

"¿Era decente cantar con tanta expresividad, con tanta originalidad, de un modo tan diferente del de una señorita educada? Decididamente no: era extraño, era insólito. Lo que era extraño debía de ser malo; lo que era insólito debía de ser indecente. Así fue juzgada Shirley".

¿Ya lo leíste? Contame qué te pareció 💓📚