Veinte autoras victorianas, de la talla de Elisabeth Gaskell, Charlotte Brontë, Margaret Oliphant, Wila Cather, entre otras, nos brindan veinte relatos donde lo sobrenatural está a la orden del día. Fantasmas, espectros, sombras, amores que desafían a la muerte se confunden entre lo real y lo imaginario, viven en cementerios, páramos y mansiones, entre el lujo y el abandono, cruzando la delgada línea entre la fe y la superstición.
Veinte autoras, decía, que se animaron a escribir terror y lo hicieron muy bien. Si bien no son cuentos que den miedo, son inquietantes y perturbadores, ideales para sumergirse y pasar un muy buen rato leyendo.
Fue un gran descubrimiento para mí porque salvo a Brontë y a Gaskell no había leído a ninguna, es más, ni siquiera las conocía (bueno, había oído hablar de Cather, pero nada más). Y me llevé una gratísima sorpresa, he disfrutado cada uno de los relatos. Algunos me han gustado más que otros, pero en líneas generales he pasado grandes momentos con esta lectura. Y si te pasa como a mí, que no tenía idea de quiénes eran estas mujeres, no te preocupes, antes de cada cuento hay una breve biografía de su autora, tan interesante como su propio relato.
Lo leí en digital, pero es uno de esos libros que vale la pena tenerlo en físico, así que voy a estar atenta a si lo veo por ahí. Y hay dos libros más de este mismo estilo y de la misma editorial: Damas asesinas y Reinas del abismo que caerán a su debido tiempo.
Qué pluma tenían estas mujeres. Te dejo unos ejemplos:
"Cuando pasé al interior, pensé que me había colado por error en un pequeño compartimiento del paraíso. Fresco como una margarita, reluciente como una cereza, luminoso como el rostro de un serafín, es todo eso y mucho más, solo que yo he agotado mi limitado repertorio de símiles". (Rhoda Broughton)
"Estaba sola en la casa inhóspita, y una negrura más profunda que la oscuridad de la noche aguardaba para engullirla". (Charlotte Ridell)
"Sobre la casa inconsciente se había extendido ese silencio que es más que silencio, esa quietud que parece a la espera de algo, esa calma del centinela nocturno y solitario". (Laone Falconer)
"El último resplandor del sol se derramó sobre la cara cetrina y anhelante y, bajo el rutilante haz solar, el muerto pareció regresar a la vida para mirarme directamente a mí. Nunca más volví a ver el retrato". (Vernon Lee)
¿Conocías estos libros o estas autoras?
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