ARSÈNE LUPIN, CABALLERO LADRÓN
Maurice Leblanc
Año: 2021 (1ra edición en 1907)
Género: Misterio
Andá a buscar la ristra de ajos que hoy hablamos de VAMPIROS:
"Una vez intervine por razones profesionales en una expedición arqueológica, y tuve ocasión de aprender algo. En el curso de una excavación, cuando alguien encuentra un objeto, lo primero que se hace es limpiar cuidadosamente la zona de alrededor. Se quita toda la tierra suelta, se escarba aquí y allí con una cuchilla y finalmente queda el objeto libre, listo para ser dibujado o fotografiado sin ninguna materia extraña que pueda inducir a confusión. Esto es lo que yo he intentado hacer: limpiar toda la materia extraña para que podamos ver la verdad, la verdad desnuda"
Agatha Christie nos presenta, además, una serie de personajes que directa o indirectamente están vinculados con la víctima; de alguna manera todos tienen algún motivo para cometer el crimen, por lo que quedan bajo la lupa del investigador.
Es una historia muy entretenida, de lectura ágil y rápida, con muchos personajes de lo más variopintos (por suerte el libro tiene un listado con los nombres y su vinculación por si nos perdemos, de gran ayuda para recordar quién es quién). Si bien no soy de las que van especulando o tratando de resolver el caso, no me sorprendió cuando se descubrió el asesino, pero me gustó cómo lo resolvió. Disfruté mucho de esta lectura, me dejó con ganas de leer más.
¿Lo leíste? ¿Con cuál sigo de Agatha?
Hoy, 19 de agosto, es el Día Mundial de la Fotografía y yo no puedo estar más feliz porque también, cuando puedo, me pongo detrás de la lente a capturar todo lo que veo y me rodea y lo disfruto a mares. Para celebrarlo, entonces, te traje tres libros con fotos que son un flash.
"Atención, caminantes, que ven pasar como si tal cosa al treintañero y a la doncella. No los miren tan frescos. Vuelvan la cabeza, tápense los ojos, ruborícense, escandalícense, envídienlos. Esto que ahora empieza es una historia de amor".
"En la estructura destellante y perfecta del cristal, la zona de clivaje es aquella donde la unión de los átomos se muestra débil y donde, por lo tanto, el cristal se vulnera y se quiebra".
Escrita desde el punto de vista de la protagonista, vemos cómo va desenredando la maraña que la mantiene unida a Alfredo, al mismo tiempo que se enfrenta con sus sentimientos y al planteo de qué rumbo tomar en su vida.
"Aún no conoce el camino, pero ya conoce los alcances de su voluntad. Una voluntad subterránea que la lleva a descartar lo superfluo y a elegir sólo aquello que la conducirá a su objetivo. Aunque en el trayecto se haga pedazos."
Por momentos me costó la lectura, Irene da muchas vueltas en su cabeza, va y viene en el tiempo sin aviso y llega hasta el fondo de cada idea de una manera abrumadora. Aún así, la disfruté mucho.
Es la primera novela de Liliana Heker y en su libro La trastienda de la escritura le dedica un capítulo al proceso de escritura de esta historia. Imperdible.
¿La leíste?
Hasta la próxima y buenas lecturas.
"El silencio de la casa. Eso escuché. Un silencio que se volvió parte del clima, permanente".
"Un sobre también es una gruta. Tiene una entrada. Una boca. Tiene adentro la oscuridad. Fede mira. Se asoma. ¿Qué son? No respondo, tampoco sé responder".
Yamila Begné tiene un manejo exquisito del lenguaje, la palabra precisa para narrar lo que parece inenarrable. No es la primera novela que leo de ella y tampoco va a ser la última, porque fan.
"Se dice palada, pensé, y la tierra retumbó contra la tierra. Arriba, ni sol ni nubes. Nada más el cielo, una superficie llana. Tres paladas, cuatro, cinco, y dejé de contar. Era la última vez que íbamos a estar así, mi hermana y yo en el mismo mundo. Me imaginé cubierta de polvo, sin ver nada, sin oler, los grumos en los orificios nasales (...) La última vez de nosotras dos. O era la primera, pero de otra forma".
Es inevitable la congoja. Nos leemos la próxima.
"Te llevarán ahí dentro y te enterrarán. En un día tan frío. Las manos heladas. Los pechos inmóviles. Sin que nadie los bese. Sin que nadie los acaricie. Ni les haga cosquillas".
"Desde niña he sabido que no me correspondía ser amada. Aún así, ansiaba que quienes me rodeaban me expresaran su cariño, y ese deseo injustificado ha sido la causa de todos mis problemas".
Nos habla con mucho amor y dulzura de su laotong, su amiga del alma, su alma gemela, con la que fuera hermanada mediante una ceremonia ancestral. Ambas se preparan para lo que les espera en la vida y atraviesan juntas el vendado de pies, práctica que se realizaba para lograr los pies de loto, símbolo de belleza femenina, que les auguraba un buen matrimonio.
"Yo únicamente sabía que aquel proceso facilitaría mi boda y, por lo tanto, me ayudaría a alcanzar el máximo logro de toda mujer: un hijo".
Las dos amigas van escribiendo su historia en los pliegues de un abanico usando el nu shu, la escritura secreta de las mujeres.
A través de esta historia, conocemos un poco más de la cultura China de la época, en especial el rol de la mujer en la sociedad, destinada obedecer siempre y a parir hijos varones para poder evitar un destino de sirvienta y esclavitud si así no sucedía.
"El dolor no se atenuaba. ¿Cómo iba a atenuarse? En cualquier caso, aprendimos la lección más importante para toda mujer: debíamos obedecer por nuestro propio bien".
Impensado en los tiempos que corren.
Me encantó el libro tanto como me indignó. No puedo no pensarlo con la mente occidental que tengo, no me entra en la cabeza ciertas prácticas que se realizan dentro de un contexto "tradicional" o "cultural". Así y todo, es una historia hermosa, lo disfruté muchísimo (a pesar de mi indignación, jaja). Un libro que sin duda ya está en el podio de las mejores lecturas de este 2023.
Yapita
Buscando en internet sobre el vendado de pies, encontré este trabajo de una fotógrafa británica que me dejó pasmada:
La fotógrafa es Jo Farrell y acá te dejo su trabajo completo.
Además, este libro tiene una adaptación cinematográfica. Sinceramente, a mí no me gustó. Vos fijate y decime.
¿Leíste el libro?
No soy fan de leer comedias románticas, prefiero verlas en la tele. Pero tenía ganas de leer algo nuevo y como ví este libro dando vueltas por las redes, bueno, por qué no.
Beth O'Leary
"Algo hay que reconocerle a la desesperación: te hace tener mucha más amplitud de miras".